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Florencia

Noticias

Los agujeros del vino

Curiosidad toscana

Caminando por el centro de Florencia y otras ciudades toscanas más o menos grandes, si miras con cuidado y tienes cuidado, puedes encontrar algunas pequeñas y extrañas arcadas, colocadas en las paredes deedificios antiguos a la altura de los brazos. Por lo general son en forma de arco y tienen una base plana, pueden tener una puerta de madera real, ser amurallados con hormigón o engatusados con ladrillos. A veces son pequeñas reconstrucciones de las elegantes puertas junto a las cuales se pueden encontrar y en las otras son grietas oscuras casi invisibles, bajo grandes ventanas o en las paredes laterales de edificios históricos.

                    

Estas son las antiguas "buchettes de vino", de las aberturas a través de las cuales, a lo largo de los siglos, los habitantes de las ciudades fueron a abastecerse de buen vino,frascos bajo el brazo.

El vino fue producido por los propietarios de los palacios,generalmente familias ricas que tenían viñedos en el campo, y se vendió directamente desde la bodega de sus residencias de la ciudad.

Esto no siempre estaba abierto, pero tenía horarios precisos escritos en grandes placas en el edificio. Algunos agujeros de vino todavía conservan este tipo de placas, como la de via delle Belle Donne o la de la Via del Giglio en Florencia.

El vino se vendía a granel y a buen precio, gracias a las leyes florentinas de la época, que permitían a los particulares vender pequeñas cantidades de su excedente de vino después de impuestos.

 

Su origen es incierto pero, según la Asociación Buchette del Vino, deberían estar fechados en el Renacimiento y permanecer abiertos durante casi cinco siglos, hasta que cayeron en desuso y comenzaron a desaparecer, terminando en el olvido colectivo.

 

Durante la plaga de 1630 se utilizaron para seguir vendiendo vino con contactos entre vendedores y compradores reducidos al mínimo y, en 2020,varios restaurantes, heladerías y clubes de diversos tipos en Florencia los reabrieron para seguir vendiendo sus productos a una distancia segura de una manera innovadora y dar nueva vida y un nuevo significado a estas peculiaridades toscanas casi invisibles.

 

Otra forma en la que las buchettes han salido a la luz en los últimos años ha sido gracias a la intervención de algunos artistas callejeros cualificados que las han utilizado como marco o parte integral de sus obras, contemporáneas por definición, siempre teniendo cuidado de intervenir sólo en agujeros ahora cementados o cerrados con ladrillos y nunca en aquellos con las puertas de madera originales.

                    

Entre los baches abiertos se encuentran los de: restaurante Babae, Salón de Helados Vivoli, Osteria delle Belle Donne, Osteria delle Donne, l'Ippogrifo – Stampe d'arte y estudio del artista callejero CLET.

 

Sólo en Florencia hay unos 180 y en el resto de la Toscana hay casi 100 más, en Mugello, Sienese, Pisa, Pistoia, Lucca y otros lugares.

Es recomendable consultar la página web de la Asociación Buchette del Vino para el mapa completo actualizado hasta la fecha.

 

Martina Bartolozzi

Martina es una bloguera de viajes italoamericana nacida y criada en Florencia. Pasa la mayor parte de su tiempo viajando y explorando Italia y el mundo, comiendo deliciosas comidas y publicando videos que te hacen tener hambre.

Puedes encontrarlo en Instagram https://www.instagram.com/mementomartina/

 

Fuentes de la imagen: Martina Bartolozzi